Dos goles del veterano Markus Rosenberg certificaron el estreno soñado del Malmoe en su campo en Liga de Campeones: un trabajado triunfo frente al Olympiacos que además deja muy abierto el grupo.
El campeón sueco supo golpear en un primer tiempo en que su rival había merecido mejor suerte y con el marcador a favor manejó mejor el partido que un Olympiacos que fue de más a menos.
El equipo griego acaparó la posesión de la pelota, la movió con criterio y fue acercándose a la portería de Olsen, que ya a los dos minutos tuvo que sacar una internada de Kasami dentro del área.
Botía, en un rechace en un córner; dos tiros lejanos de Milivojevic, y un remate de Maniatis, todos en los primeros 22 minutos, parecían anunciar el gol visitante, pero el equipo griego fue perdiendo fuelle y su dominio acabó siendo estéril.
El Malmoe había salido con un plan claro: ceder la pelota, juntar líneas para achicar espacios y buscar la espalda de la defensa aprovechando la velocidad de sus hombres de ataque.
Rosenberg tuvo el gol en un centro delicado de Eriksson, pero su cabezazo a bocajarro lo salvó Roberto.
No hubo demasiadas noticias más en ataque del Malmoe en la primera parte, hasta que Rosenberg aprovechó un grueso error de Botía y de Roberto para tirar de picardía y batir a la segunda al meta español.
El gol no alteró demasiado el esquema del partido, aunque acentuó la ansiedad del Olympiacos y envalentonó al Malmoe, que desperdició un par de ocasiones clarísimas al contraataque, sobre todo una doble de Thelin, que mandó fuera un rechace con Roberto ya batido.
Míchel dio entrada al "Chori" Domínguez para que ayudase a armar el juego, aunque al Olympiacos, que reclamó un penalti a Maniotas por posible derribo de Olsen, le costó encontrar huecos.
El portero danés se lució en una parada a Mitroglou, uno de los pocos detalles de la estrella griega, muy apagado toda la noche.
Pero ni metiendo más delanteros encontraba el camino el Olympiacos, que en otra duda defensiva se encontró con el 0-2 de Rosenberg, decisivo para lograr un triunfo que da vida al Malmoe antes de visitar el Vicente Calderón para jugar contra el Atlético de Madrid.
El campeón sueco supo golpear en un primer tiempo en que su rival había merecido mejor suerte y con el marcador a favor manejó mejor el partido que un Olympiacos que fue de más a menos.
El equipo griego acaparó la posesión de la pelota, la movió con criterio y fue acercándose a la portería de Olsen, que ya a los dos minutos tuvo que sacar una internada de Kasami dentro del área.
Botía, en un rechace en un córner; dos tiros lejanos de Milivojevic, y un remate de Maniatis, todos en los primeros 22 minutos, parecían anunciar el gol visitante, pero el equipo griego fue perdiendo fuelle y su dominio acabó siendo estéril.
El Malmoe había salido con un plan claro: ceder la pelota, juntar líneas para achicar espacios y buscar la espalda de la defensa aprovechando la velocidad de sus hombres de ataque.
Rosenberg tuvo el gol en un centro delicado de Eriksson, pero su cabezazo a bocajarro lo salvó Roberto.
No hubo demasiadas noticias más en ataque del Malmoe en la primera parte, hasta que Rosenberg aprovechó un grueso error de Botía y de Roberto para tirar de picardía y batir a la segunda al meta español.
El gol no alteró demasiado el esquema del partido, aunque acentuó la ansiedad del Olympiacos y envalentonó al Malmoe, que desperdició un par de ocasiones clarísimas al contraataque, sobre todo una doble de Thelin, que mandó fuera un rechace con Roberto ya batido.
Míchel dio entrada al "Chori" Domínguez para que ayudase a armar el juego, aunque al Olympiacos, que reclamó un penalti a Maniotas por posible derribo de Olsen, le costó encontrar huecos.
El portero danés se lució en una parada a Mitroglou, uno de los pocos detalles de la estrella griega, muy apagado toda la noche.
Pero ni metiendo más delanteros encontraba el camino el Olympiacos, que en otra duda defensiva se encontró con el 0-2 de Rosenberg, decisivo para lograr un triunfo que da vida al Malmoe antes de visitar el Vicente Calderón para jugar contra el Atlético de Madrid.